LA HABANA (AP) — Tres personas murieron de colera en Cuba en esta temporada y decenas de pacientes fueron encontrados positivos a la bacteria en el oriente del país. Las autoridades cubanas confirmaron los decesos y aseguraron que el brote de esta enfermedad –inusual en Cuba pero que costó miles de vidas en otras naciones del Caribe– se encuentra controlado.
No indicaron el origen de la cepa. Una nota publicada el martes en el periódico oficial Granma informó que se atendieron unos 1.000 pacientes con infecciones gastrointestinales de los cuales 53 resultaron positivos al colera y tres de ellos –de entre 66 y 95 años– murieron. Los fallecidos tenían “enfermedades crónicas”, lo que agravó su estado, informó el comunicado.
La confirmación de las autoridades sanitarias cubanas sale al cruce de crecientes y alarmantes rumores entre la población que comenzaron hace algunas semanas sobre todo en el oriente del país, pero la nota no informó cuándo comenzó el brote.
Según el comunicado firmado por el Ministerio de Salud la zona de mayor incidencia de infecciones gastrointestinales es Manzanillo, provincia de Granma, a unos 700 kilómetros al oriente de esta capital. Este brote de infección gastrointestinal se produjo por “transmisión hídrica a partir de la contaminación de varios pozos de abastecimiento local”, expresó la nota.
El incremento de las enfermedades diarreicas agudas de todo tipo suele ser bastante común en esta temporada debido a las altas temperaturas e intensas lluvias, pero no es habitual la presencia de la bacteria responsable del colera. “Este brote de la ciudad de Manzanillo está controlado y su tendencia es a la reducción de casos, como resultado de las medidas higiénico-sanitarias y antiepidémicas que se están ejecutando, entre las que se encuentran el muestreo de los pozos de agua particulares y estatales”, indicó el reporte del Ministerio de Salud.
Para cortar la transmisión las autoridades clausuraron las fuentes contaminadas y comenzaron a abastecer agua clorada mediante cisternas, al tiempo que limpiaron las fosas e iniciaron un programa de educación para la población. “Se exhorta a la población a cumplir las medidas sanitarias relacionadas con la higiene personal, del agua y los alimentos”, expresó el comunicado.
Los síntomas de la enfermedad suelen ser una purgación violenta, nauseas, vómitos y fiebre, mientras se produce una caída de la presión sanguínea que termina con la vida.
Entre las epidemias más grandes de colera estuvo la de 1991 en Perú que afectó a 1,4 millón de personas y ocasionó la muerte de 10.000. Meses después de un terremoto que asoló la vecina Haití en enero de 2010 se desató un brote de colera que las autoridades dicen mató a más de 7.000 personas y enfermó a medio millón de ciudadanos.
La enfermedad se extendió a República Dominicana y el sur de Estados Unidos y está presente en todos los países de la región sin llegar a convertirse en epidemia.