LA HABANA, CUBA (28/MAR/2012).- En la reunión entre Benedicto XVI y Fidel Castro este miércoles tuvieron una distendida charla en la que el líder cubano le consultó al Papa sobre su misión al frente de la Iglesia Católica y ambos bromearon sobre sus avanzadas edades.La reunión, descrita como “serena y cordial”, formó parte del viaje de tres días del Santo Padre a la isla, en el que hizo un llamado a los cubanos para renovar su fe y construir una nueva sociedad más justa y abierta con la ayuda de la Iglesia Católica tras cinco décadas de socialismo.En un gesto de deferencia hacia Su Santidad, Fidel se desplazó hasta la Nunciatura Apostólica para el encuentro privado acompañado de su esposa Dalia Soto del Valle y dos de sus hijos. Normalmente, el ex presidente suele recibir a los dignatarios y visitas especiales en su residencia de La Habana.
Vestido con camisa y una chaqueta deportiva negra, el líder cubano acribilló a preguntas al Papa en los 30 minutos que duró la conversación, según explicó a periodistas el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, quien recogió las impresiones de ambos líderes tras la reunión.
“¿Qué hace un Papa?”, le consultó el carismático líder, quien desde 2006 fue delegando gradualmente las funciones de Gobierno en su hermano menor Raúl hasta que renunció formalmente dos años después por motivos de salud.
Lombardi dijo que Su Eminencia le comentó sobre los problemas que enfrenta a diario, como la relación entre fe y razón, la libertad y la responsabilidad.
Fidel, que fue anfitrión del fallecido Juan Pablo II en su histórica visita hace 14 años, también preguntó al obispo de Roma por los cambios que ha visto en la liturgia católica respecto a la de su juventud en un colegio jesuita.
Además, le pidió algunos libros para preparar sus “reflexiones”, columnas de opinión que pública regularmente en la prensa estatal sobre asuntos internacionales. El Papa asintió y le dijo que pensaría qué títulos le recomendará.
Desde que se alejó de sus cargos por una enfermedad que lo puso al borde de la muerte hace unos años, Castro ocupa su tiempo en la lectura, el estudio y el análisis.
Luego, los líderes departieron sobre los problemas que se ciernen sobre la Humanidad, como la crisis ecológica y cultural, así como la incapacidad de la ciencia para dar respuesta a todos los retos del futuro. En las fotos oficiales, ambos aparecen sonrientes, gesticulando y a veces tomados de las manos.
También tuvieron tiempo de bromear sobre sus avanzadas edades, ya que Fidel tiene 85 años, uno más que el líder católico, al que se pudo ver moverse con lentitud durante su visita y apoyado en un báculo durante las dos multitudinarias misas que ofició en la isla.
“Sí, soy anciano”, dijo el Papa, según la explicación de Lombardi. “Pero todavía puedo realizar mi deber”, aseguró.