Sonny Carter, de 7 años y su regalo de Navidad un sencillo, pero efectivo, detector de metales, con el objetivo de encontrar tesoros que permanecieran enterrados, sorprendio a su comunidad al encontrar un tesoro mas que historico un tanto explosivo.
Sonny vive junto a su familiar en Gaywood, una pequeña comunidad la cual se encuentra situada en la ciudad de King’s Lynn, al este de Inglaterra, y enmarcada dentro del condado de Norfolk, zona geográfica famosa por las huellas dejadas por el paso de la ocupación, en el tiempo de los Romanos y su despliegue por todo el continente europeo.
Un niño de 7 años halla una bomba de la Segunda Guerra Mundial Sonny Carter, de Gaywood, Inglaterra, jugaba a descubrir tesoros con un detector de metales cuando halló una bomba de práctica de la Segunda Guerra Mundial. El artefacto no contenía explosivos.
Las noticias referentes a los diferentes hallazgos de restos arqueológicos encontrados en el condado, hizo volar la imaginación del pequeño, soñando con convertirse en todo un Indiana Jones que encontraba, enterrada alguna ‘olla llena de oro’.
De ahí que en su carta con la petición de los regalos de Navidad agregara un detector de metales y, tal y como lo abrio, animó a su familia para salir a pasear al campo en busca de tesoros enterrados.
El lugar que escogió para la excursión estaba a un par de kilómetros de su casa y cuando llegaron el pequeño Sonny puso en marcha su fantástico artefacto. La sorpresa de todos los miembros de la familia fue que el aparato empezó a pitar a los cinco minutos de empezar a rastrear el terreno.
Con la ayuda de una pala desenterraron lo que allí se encontraba escondido. Era algo metálico, con una forma cilíndrica y que parecía muy antiguo. Su peso aproximado era de unos 5 kilogramos y estaba cubierto de fango, por lo que todos los miembros de la familia Carter decidieron cogerlo y marcharse a su hogar llenos de emoción para descubrir de qué se trataba el tesoro que había descubierto el pequeño de la casa.
Pero, tras limpiarlo bien, algo alarmo al padre de Sonny. Lo que tenía frente a él parecía ser una bomba, así que, con toda la precaución del mundo, abandonaron la estancia y avisaron a la autoridad correspondiente.
Al hogar de los Carter se trasladó un grupo de expertos en explosivos que tras inspeccionar el objeto detenidamente y proceder a su desactivación, determinaron que se trataba de una bomba que el ejército británico utilizaba durante la Segunda Guerra Mundial para realizar prácticas, la cual, afortunadamente, no tenia carga explosiva.
Un buen susto que quedó en una simpática anécdota y que le ha dado más motivos al pequeño Sonny para seguir buscando nuevos tesoros enterrados gracias a su maravilloso detector de metales.
